Marcelo Melo vive un sueño. Su primer partido en las Finales ATP World Tour fue ante los Bryan, quizás la mejor pareja de la historia. Junto con su compañero croata Ivan Dodig dieron el batacazo. Sumaron dos triunfos más y fueron la única pareja del torneo que finalizó el round robin con tres triunfos. Al gigante de 2,03 metros de estatura aún le cuesta trabajo convencerse.

Marcelo Melo vive un sueño. Su primer partido en las Finales ATP World Tour fue ante los Bryan, quizás la mejor pareja de la historia. Junto con su compañero croata Ivan Dodig dieron el batacazo. Sumaron dos triunfos más y fueron la única pareja del torneo que finalizó el round robin con tres triunfos. Al gigante de 2,03 metros de estatura, que bien podría confundirse con un basquetbolista, aún le cuesta trabajo convencerse.

"Ha sido una muy buena sensación desde cuando clasificamos a las Finales, algo que buscábamos desde hace dos años que llevamos jugando juntos. Llegar acá ya era motivo para estar contentos y después de los dos buenos partidos estamos mucho más contentos", explica el brasileño.

"Empezar las Finales por primera vez y ganarles a los Bryan en el debut es algo muy grande, muy difícil de hacer y por eso digo que estamos muy contentos", explica el tenista originario de Belo Horizonte, la misma ciudad de donde es el otro brasileño presente en el torneo, Bruno Soares: "Siempre jugamos juntos de niños con Bruno y después dos o tres temporadas en el circuito. Es sólo coincidencia que ambos seamos de Belo".

-Desde el retiro de Gustavo Kuerten que Brasil busca figuras en el tenis.
-Con Bruno llevamos cuatro o cinco años en este nivel. Hemos estado 25, 20 y 15 del mundo. Queremos que vuelva la pasión por el tenis que había con Guga. En singles falta un poco más. No tener un Top 100 no es tan bueno para Brasil, pero con el trabajo hecho llegará.

-Se vienen los Juegos Olímpicos en tu país.
-Es casi seguro que vamos a jugar juntos con Bruno. Jugamos Copa Davis juntos, jugamos los Juegos Olímpicos de Londres juntos. Es un plan que ya tenemos. Vamos a jugar un par de torneos al año y acercándose la Olimpíada, comenzaremos a actuar juntos.

-Te tocó jugar en Futures, Challengers y hoy estás en el torneo que reúne a los mejores del mundo. ¿Qué sientes?
-Es el camino que la mayoría de los jugadores hace. Para mi es más especial, porque conoces todas las dificultades de estar en torneos pequeños, sin plata. Cosas que haces porque te gusta el tenis, no por dinero. Y llegar acá, donde está el nivel más alto es para estar muy contento.

Con Ivan Dodig comenzaron a jugar casi por casualidad: "Estábamos en Memphis y ninguno de nuestros partners llegó. Firmamos ahí e hicimos final. Después arreglamos jugar Roland Garros e hicimos cuartos de final. Desde ahí intentamos jugar lo máximo posible.

-¿Cómo es la mezcla de un croata, aparentemente frío, con un brasileño que ríe y baila todo el día?
-Es una mezcla muy buena, porque yo aprovecho las cosas de él que es más frío y el aprovecha la pasión y la alegría mías. Somos una pareja muy buena, nos complementamos mucho. Uno de los motivos por los que estamos bien es que estamos bien dentro y fuera de la cancha.

-¿Se puede decir que eres el gigante feliz?
-Sí, creo que sí.